Lo primero que hice en metal fueron unos herrajes para el cierre de un libro cuando aún estaba
estudiando restauración (especialidad en documento gráfico), y no me pude quitar esa espinita
que me urgía a más.
Empecé siendo autodidacta y probando por mi cuenta con los
conocimientos que iba adquiriendo de otras técnicas.
Después de terminar la universidad y empezar a trabajar en diferentes sitios como restauradora,
me inscribí en la escuela de arte 3 (Madrid) donde estuve combinando mi trabajo con estudios
de esmalte al fuego. Aquí volví a trabajar con el metal como base de todo lo que hacíamos. Esto
me abrió un mundo nuevo en el que la creatividad era una de las cosas más importantes.
El primer soplete que cayó en mis manos fue un soplete de fontanero de mi padre con el que no
podía ser precisamente delicada pero con el que empecé a experimentar con el fuego y las
posibilidades que ofrece. Poco después empecé a formar un pequeño taller de joyería donde
probaba e investigaba.
En 2012 una de mis profesoras en la escuela creó una escuela privada, Lalabeyou, en la que me
invitó a colaborar como profesora de esmalte al fuego y me enseñó todo lo que sabía de joyería.
Poco a poco empecé a encargarme también de dar las clases de joyería y actualmente sigo
ejerciendo como profesora en ese taller junto con otras compañeras.
Desde entonces me he ido
formando con diferentes profesionales del sector, desde técnicas tradicionales de precisión de
alta joyería como en técnicas modernas dedicadas al diseño 3D o al uso de otros materiales.
Me siento una gran privilegiada por poder desarrollar algo que me apasiona y deja volar mi
creatividad a la vez que me genera retos y dinamismo en el día a día.
Poder explorar diferentes formas de trabajo, experimentar e investigar me mueve a llegar a más.
Mi alma curiosa de cómo funcionan las cosas y cómo se han hecho siempre está sedienta de
más y este campo me ayuda a llegar a ello.
Con los diseños que genero busco expresar mi forma de ver el mundo. La idea de simplificar las
formas me ayuda a centrar el concepto y expresarlo con mayor contundencia.