Uno de mis básicos a la hora de diseñar es generar piezas ponibles y ergonómicas con las que nos podamos identificar.

 

La simplicidad de las formas me ayuda a transmitir los mensajes con más rotundidad ya que nos mueven y conmueven por su brutalidad y sensibilidad. Es como algo primigenio que está ahí. La verdad desnuda de lo que somos y cómo nos atrae a revelar cómo nos sentimos, a veces fuertes y empoderados o también delicados y sutiles.

Joyas con personalidad que hablen de uno mismo y de cómo te sientes o quieres sentirte. Una coraza para el día a día o una reivindicación de principios.

 

Por eso suelo inspirarme en la geometría a la hora de crear nuevas formas, es un mundo de formas simples y limpias en el que me siento cómoda y con el que juego tanto para generar siluetas como para trabajar en 3 dimensiones.

 

Otra de las cosas que me fascina es la forma en que la naturaleza crea, desde un nivel microscópico a macroscópico, moldea todo a su alrededor generando estructuras de tremenda belleza.

Esta es una de las razones por las que tengo especial predilección por usar piedras en bruto, tal y como las encontramos en la naturaleza.